Autores: http://www.fisioterapiasinred.com
Queríamos empezar la sección de La Vara de Medir con una escala básica, cotidiana, rutinaria, como lo son las unidimensionales. Las escalas unidimensionales miden una sola faceta del dolor: la intensidad. No podíamos obviarlas por su sencillez.
El dolor probablemente sea el motivo de consulta más frecuente en fisioterapia, y una de las preguntas que formulamos suele ser “cuánto”. Asumimos la subjetividad de dicha cuantificación por ser el motivo de consulta y pese a todos sus sesgos, se convierte, con frecuencia, en el principal parámetro para reevaluar y realizar el seguimiento del paciente.
Por tanto, son escalas de utilidad clínica, pragmáticas, para la complicidad terapeuta-paciente, pero no por ello desechables en investigación. Son muchos los estudios que utilizan estas escalas dentro de su metodología, junto a otros parámetros objetivos.
Escala verbal.
La escala verbal, también llamada descriptiva simple, fue descrita por Keele en 1948, aunque admite variantes. Son escalas tipo Likert, en las cuales el sujeto debe elegir la palabra que mejor cuantifica la intensidad del dolor. Por ejemplo:
NADA – POCO – BASTANTE – MUCHO
LIGERO – MODERADO – INTENSO – ATROZ
NO HAY DOLOR – LEVE – MODERADO – INTENSO – INSOPORTABLE
Habitualmente, se asocia a cada palabra un valor numérico (0, 1, 2, 3, 4…)para cuantificarlo y registrarlo.
Escala Numérica
En la escala numérica, que introdujo Downie en 1978, el paciente asigna un valor numérico a su dolor en función del grado de intensidad que considere. Generalmente la numeración va desde el 0 al 10 o desde el 0 al 100, en función del grado de discriminación que queramos obtener, siendo el 0 la ausencia de dolor y el 10 o el 100 el máximo dolor imaginable, aunque a nivel de investigación no ha demostrado una gran sensibilidad y especificidad.
La EVA (o VAS por sus siglas en inglés)tiene su origen en la psicología, donde se utilizaban para valorar el estado de ánimo del paciente. Pronto se trasladó a la valoración del dolor. Fue introducida por Scott Huskinson en 1976. Se compone exclusivamente del dibujo de una línea vertical u horizontal, no contiene números ni palabras descriptivas. Muchos pacientes son reticentes a utilizar palabras para cuantificar su dolor y esta es una buena alternativa. Con todo, se considera que entre un 7 y un 11% de los pacientes son incapaces de marcar la EVA o la encuentran confusa (Huskisson y Kremer).
Advertía Melzack: “Dado que el dolor es una experiencia personal privada, es imposible para nosotros conocer con precisión el dolor que padece otra persona”, sin embargo, en nuestro empeño por cuantificarlo, se dice que tan solo hay una diferencia del 15% entre la valoración subjetiva del paciente y las mediciones objetivables.
La EVA es considerada el gold standard de la medición unidimensional del dolor. Diversos estudios se han llevado a cabo para validarla, correlacionándola con estímulos térmicos. Una validez relativa, a pesar de todo y con una sensibilidad intrapersona, es decir, solo para reevaluar el dolor con el mismo paciente en distintos momentos o intervalos.
Algunas veces hablamos de EVA refiriéndonos a otros tipos de escala. Cuando le pedimos al paciente verbalmente que nos diga de 0 a 10 cuánto le duele, y probablemente sea la fórmula más usada en consulta, estamos haciendo una escala verbal numérica.
Escala Facial
La escala facial de Wong y Baker fue diseñada para favorecer la comprensión del test a los niños, que no comprenden las palabras o el valor numérico. Hay una web que utiliza fotografías de caras de niños para que sean más reales.
Escala de grises de Luesher
La escala de grises utiliza como variante la intensidad del color para cuantificar en una paleta de tonalidades de una barra bien horizontal, bien vertical que oscilan entre la ausencia del dolor del blanco y el dolor máximo del negro.
Escala luminosa analógica (Nayman)
La escala luminosa de Nayman utiliza los colores en una gradación de intensidad de luz que van desde la ausencia de dolor (blanco) al dolor máximo (violeta).
Blanco – amarillo – naranja – rojo – violeta
Otras escalas utilizan varios parámetros de forma simultánea con el fin de hacer más comprensible la tarea solicitada (facial, numérica, descriptiva, luminosa). Todas estas opciones suponen una alternativa de valoración, lo importante, es utilizar siempre la misma escala con el mismo paciente.
Cuestionario Breve de dolor (Brief Pain Inventory)
El primer cuestionario con el que queremos abrir la sección pertenece a la categoría de dolor.
El Brief Pain Inventory (BPI) de Cleeland (1991) inicialmente desarrollado para el dolor oncológico, se ha empleado actualmente en más de 400 estudios sobre cáncer, depresión, síndrome de Fabry, fibromialgia, SIDA, dolor neuromuscular, dolor neuropático, estudios psicosociales, dolor posquirúrgico, artrosis y otras enfermedades articulares entre otros. Ha sido traducido del inglés al español, chino, ruso, noruego, alemán, griego, francés, japonés y koreano.
Esta adaptación de la BPI short form utiliza una escala numérica para cuantificar del 1 al 10 los ítems del cuestionario. Los primeros cuatro puntos hacen referencia a la intensidad del dolor, por tanto, enfatizan el aspecto unidimensional del dolor. Sin embargo los siguientes siete puntos hacen referencia a distintas condiciones: actividad general, estado de ánimo, capacidad de andar, trabajo, relaciones sociales, sueño y disfrutar de la vida, por tanto clasificaremos el cuestionario como multidimensional.
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